Desde Íquira Estéeo seguimos insistiendo en este tema porque me parece que debe ser una garantía para el ciudadano poder reservarse por quién o quiénes va a votar. Se ha vuelto una costumbre que los ciudadanos con anticipación digan sus preferencias como una forma de ganar un poco frente a su candidato de preferencia. Esto lo lleva a que muchas veces, como su determinación no coincide con la de algunos otros, entonces se presentan dificultades con algunos paisanos que han sido amigos: ya algunos no lo miran lo mismo, ya le hace mala cara, ya le dicen cosas "echan vainas" como queriendo que todos debamos estar por el mismo candidato.
En una democracia eso es imposible, debe haber divergencia, debe haber contradictores, sin llegar a ser enemigos, debe haber debate sin que se llegue a la pelea, debe haber varias opciones para que se pueda escuchar, opinar, comparar, sopesar y definir, no solo una buena opción para mí sino también para toda la comunidad, sin importar color, partido, logos, sino el beneficio colectivo.